La depresión es un trastorno mental en que el sujeto se encuentra en un estado de tristeza persistente, sufre de pérdida de interés o placer de actividades que disfrutaban.
Está bien sentirse triste de vez en cuando, de hecho, es normal tener pérdidas durante el transcurso de la vida, ya sean personas, cosas, sueños o metas; es decir, tanto lo físico como lo imaginario entra en esta definición de pérdida. Sin embargo, mantenerse en ese estado de tristeza presenta un desgaste y deficiencia cognitiva, te hace sentir cansado constantemente, somnoliento, e indiferente.
Hay diferentes tratamientos para las variedades de depresión que se presentan: hay personas con trastorno de depresión simple, existe la depresión mayor, incluso un estado depresivo persistente y no especificado. Hay que especificar que no se puede tener más de 2 tipos de depresión, sin embargo, dentro de la categoría no especificada podemos encontrar la depresión doble, que se caracteriza por altibajos de estado melancólico a apático, por ejemplo.
Para todas estas opciones existen los antidepresivos recetados por un experto y, como cualquier medicamento, existen efectos secundarios comunes que van desde problemas del ciclo del sueño, mareos, hasta diarrea, estreñimiento y vómitos -dependiendo del medicamento-, eso sin contar la posibilidad de sufrir efectos secundarios graves. Por lo cual es importante calibrar bien la dosis de cada paciente, de manera individual y focalizada; volviéndose un trabajo que llama a la paciencia de los involucrados, recurriendo al ensayo de prueba y error que pueden durar meses.
Otra opción de tratamiento son las terapias psicológicas, las más comunes y efectivas son la terapia cognitivo conductual, que consiste en hacer funcional a la persona en un periodo corto de tiempo; la terapia de comportamiento, que consiste en mejorar el actuar haciendo conciencia de pensamientos inadecuados. La única observación que tendríamos es que estas terapias no llegan a ser para todos.
Y, por último, el tratamiento de estímulo magnético cerebral (EMC) que ofrece Clínica del Cerebro, y que consiste en sesiones durante las que, a través de un brazo con magnetos, se estimulan a las neuronas por medio de impulsos magnéticos (microhertz) gracias a los que se eficienta la comunicación neuronal y se mejora el funcionamiento cognitivo. La terapia dura 20 sesiones de media hora cada una, de lunes a viernes, es decir, un mes de tratamiento con beneficios de por vida.
En Clínica del Cerebro respetamos la decisión del paciente dadas las alternativas de tratamiento que se le ofrecen, sin embargo, ampliamente recomendamos el tratamiento de estímulo magnético cerebral (EMC) por su eficiencia y eficacia en los pacientes, y por supuesto por sus rápidos resultados.